Parroquia Nuestra Señora del Carmen Rinconada de Silva - Chile

viernes, 16 de febrero de 2018

INICIAMOS EL TIEMPO DE CUARESMA - CON EL VÍA CRUCIS 2018



Les Invitamos a participar del Vía Crucis cada Viernes del Tiempo de Cuaresma en nuestra Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Rinconada de Silva - a las 19:00 Horas - y Simultáneamente en el Santuario del Santo Cristo de Rinconada de Silva.


jueves, 8 de febrero de 2018




El P. Justo Antonio Lofeudo es Misionero de la Sociedad Misionera de Ntra Sra del Santísimo Sacramento fundada por el P. Martín Lucia cuyo carisma es abrir por el mundo entero el mayor número posible de Capillas de Adoración Eucarística Perpetua.
¿Es necesario adorar?
Ciertamente que es necesario adorar. El Santo Padre Benedicto XVI nos recordaba que la adoración no es un lujo sino una prioridad. Es la respuesta connatural del hombre ante Dios, de la creatura inteligente ante su Creador. Los hombres y los ángeles deben adorar a Dios. En el cielo todos, las almas bienaventuradas de los santos y los santos ángeles adoran a Dios. Cada vez que adoramos nos unimos al cielo y tenemos nuestro pequeño cielo en la tierra.
La adoración es el único culto debido solamente a Dios. Cuando Satanás pretendió tentarlo a Jesús en el desierto le ofreció todos los reinos, todo el poder de este mundo si él lo adoraba. Satanás, en su soberbia de locura, pretende la adoración debida a Dios. Jesús le respondió con la Escritura: “Sólo a Dios adorarás y a Él rendirás culto”.
El culto eucarístico siempre es de adoración. Quiero decir que la comunión sacramental implica necesariamente la adoración. Esto lo recuerda el Santo Padre Benedicto XVI en Sacramentum Caritatis cuando cita a san Agustín: “nadie coma de esta carne sin antes adorarla…pecaríamos si no la adoráramos” (SC 66). En otro sentido, la adoración también es comunión, no sacramental pero sí espiritual. Si la comunión sacramental es ante todo un encuentro con la Persona de mi Salvador y Creador, la adoración eucarística es una prolongación de ese encuentro. Adorar es una forma sublime de permanecer en el amor del Señor.
Quien adora da testimonio de amor, del amor recibido y de amor correspondido, y además da testimonio de su fe. De nada vale decir: “yo creo en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía si luego no lo rindo culto de adoración, si no lo reverencio, si no me inclino ni me hinco y hasta diría me postro ante su presencia.
Todo cristiano debe adorar a Jesucristo. Mira bien lo que digo: todo cristiano, no digo todo católico sino todo cristiano. ¿Por qué? Porque adorando a Cristo está dando testimonio de su fe que Cristo es Dios. Los católicos deben adorar el Santísimo Sacramento porque así también dan testimonio no sólo que Cristo es Dios sino de su verdadera, real, substancial presencia eucarística. Dan testimonio del tesoro más grande que tiene la Iglesia, el don de Dios mismo, el don que hace el Padre del Hijo, el don de Cristo de sí mismo, el don que viene por el Espíritu: la Eucaristía.


https://www.youtube.com/watch?v=NlVAv_6zPFc

Vigilia Eucarística por el Papa Francisco en Templo Votivo de Maipú 2018

Este viernes 12 de Enero dio inicio la Vigilia Eucarística por Chile y el Papa. La adoración al Santísimo Sacramento ostenta el lema “Mi Paz les doy”, y se extendió por 24 horas, congregando a adoradores muy variados en los diferentes turnos.
La Vigilia Eucarística se inició con una misa de envío realizada a las 9 de la mañana. Fue presidida por Mons. Santiago Silva, obispo castrense y presidente de la Conferencia Episcopal, acompañado por los presbíteros Pedro Pablo Garín, párroco de Nuestra Señora del Rosario, y Carlos Cox, rector del Santuario de Maipú.
Tras la celebración, a las 10 de la mañana dio comienzo la Adoración Eucarística propiamente tal. El primer turno de adoradores correspondió a la Fundación Dos Pilares. A continuación, la jornada recibió sucesivamente a diferentes grupos y carismas presentes en nuestra Iglesia: Renovación Carismática, Fundación “Centro La Providencia”, Schoenstatt (de Quillota), Pequeñas Almas, Cuasimodistas, Bailes Religiosos, delegaciones de otras parroquias de Santiago, y por supuesto fieles particulares que llegaron por su cuenta.
La jornada de adoración se realizó en el amplio mirador del Santuario. Como podrá percibir en las imágenes, la intimidad y bendición fueron notables desde el primer momento:

Padre Patricio Hileman: En la Adoración Eucarística se “ama a Jesús con el corazón de María”


El sacerdote argentino Patricio Hileman es misionero de la Adoración Eucarística. En 2013 concedió una entrevista al sitio católico “Portaluz” reflexionando sobre el crecimiento de esta devoción entre los católicos que buscan permanecer fieles a Dios. El mismo sitio ha publicado recientemente material inédito de aquella entrevista, que por su interés compartimos aquí:

Padre Patricio, ¿por qué la Iglesia tiene que adorar?
Padre Patricio Hileman: Esto, la Adoración, no se hace por beneficio personal, sino porque se le debe a Dios. Es el primer mandamiento. El milagro más grande de la Adoración Perpetua en la Iglesia Católica, es que Jesús sea adorado de día y noche, y se le dé el lugar que finalmente se merece, después de todo lo que ha hecho por nosotros. El Padre crea al hombre, el hombre se aparta de Dios, el Padre manda a su Hijo para salvar al hombre y el hombre crucifica a Jesús y después Jesús se queda en los sagrarios para siempre con nosotros, sólo y abandonado como un prisionero, por amor.

¿La Adoración Eucarística es entonces un regalo que posibilita conocer a Dios?
P. Hileman: Es el secreto de la vitalidad de la Iglesia, de que seamos como dice el Papa Francisco, discípulos y misioneros. Francisco fue elegido Papa por algo que él escribió y que el cardenal de La Habana publicó. Le preguntaron a los cardenales (antes de la elección) cómo tenía que ser el próximo Papa. El cardenal Bergoglio dijo: “Un hombre que contempla a Jesucristo, que adora a Jesucristo en el Santísimo Sacramento y que lleve a la Iglesia a salir de sí misma a las periferias existenciales”. Entonces, lo que el Papa pide para el Papa, es lo que el Papa pide para la Iglesia. Que seamos adoradores y misioneros. Se adora para aprender qué implica amar… La Adoración es estar con el Amado, con Jesús. Aprender a descansar. “Vengan a mí los que están afligidos y agobiados, que yo los aliviaré”: Jesús te llama, el Padre nos regala a su Hijo y quiere que lo recibamos, que estemos con Él, nos dejemos amar por Él, nos dejemos llenar con su Espíritu Santo para que luego podamos ser discípulos y misioneros, y anunciar esta buena noticia.

¿Y la dimensión comunitaria, solidaria, del amar?
P. Hileman: Por supuesto: primero, es un lugar donde aprendemos a descansar y a dejarnos amar por Dios. Segundo, aprendemos a amar a Dios como Él merece ser amado en persona, donde Él está realmente presente. Y tercero, es la capilla de la divina misericordia donde estamos intercediendo las 24 horas al Padre, con Jesús al Padre, pidiéndole misericordia por el mundo entero.

¿Cómo se llega con este mensaje a católicos que están alejados de la Iglesia?
P. Hileman: Adorando. Es una gracia para estos tiempos. Es un llamado de la Virgen, es un pedido de la Virgen. Porque toda la misión de María es esa, llevarnos a Jesús para que comulguemos a Jesús, adoremos a Jesús, para que llevemos a Jesús a nuestros hermanos.
La adoración es lo más simple. Jesús es la persona más fácil con quien relacionarse, con quien entrar en contacto.En esa hora santa, los adoradores pueden simplemente rezar el rosario, que es amar a Jesús con el corazón de María, que es una manera extraordinaria de comenzar la hora santa; pueden leer la Palabra de Dios, la presencia de Jesús y pedirle que nos explique, nos inspire su palabra, o pueden simplemente sentarse y charlar con Él, como un amigo, de corazón a corazón; o simplemente sentarse a descansar y a disfrutar de la paz de Aquel que más te ama y te dice “deposita tus preocupaciones en mi corazón, porque yo verdaderamente me preocupo de ti”. ¡Si la adoración es lo más fácil que hay como oración!: es estar con Jesús. Puedes venir con tu libro de adoración para que te ayude, pero siempre recomendamos que por media hora estén mirando la hostia, nada más.

¿Dónde están los fundamentos en el Evangelio que respaldan la Adoración Eucarística?
P. Hileman: Los adoradores son elegidos porque son pequeños. “Te alabo padre y te bendigo, porque le ocultaste estas cosas a los sabios, a los inteligentes y se las revelaste a los pequeños”. Hay que ser pequeño. Los elegidos de Dios que oran ante El día y noche. “Yo les aseguro que muy pronto les hará justicia”… Y después en el Apocalipsis [están] “los ancianos”: Juan tiene una visión de lo que va a suceder en el futuro y lo que ocurrirá es que habrá una capilla de adoración perpetua. Los 24 ancianos se sacan la corona, se postran delante del Cordero y lo adoran día y noche, sin interrupción. Y los ángeles comienzan a cantar: “Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios todopoderoso. Digno es el Cordero de recibir el honor, la gloria y la alabanza”.
Eso es lo que Dios quiere. Cuando la tierra se abra a lo que se hace en el cielo, entonces vendrá la paz a los hombres. “Que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo”. En el cielo adoran día y noche a Jesús. Cuando la tierra adore a Dios, vendrá la paz a los hombres. ¿Por qué hay tantos milagros eucarísticos? Porque Jesús les está diciendo que está vivo, realmente presente, cuerpo alma, sangre y divinidad. ¿Y por qué hace los milagros eucarísticos? Para que vayamos a estar con Él.


Fuente: Portaluz.org

Hizo un viaje a contragusto, conoció la Adoración… y dejó el budismo.

NUESTRA DIRECCIÓN

 Nuestra Capilla de Adoración Perpetua

Ubicada en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Rinconada de Silva. Calle el Carmen s/n.
Informaciones: Srta. Elizabeth Montiel, Sra. Marcela Pérez. Tel. (034) 2501138 / Padre Ricardo Gómez: 71614010
Se necesitan más adoradores
Inicio: 08 de abril del 2013.

Adoración eucarística: ¿cómo nació y qué significa?.

¿Las primeras comunidades cristianas la celebraban?

La Iglesia, a todos los niveles, recomienda la práctica de la Adoración Eucarística. Esta liturgia tiene lugar con la presencia del Ostensorio que contiene al Santísimo en la hostia consagrada. ¿De donde procede esta liturgia? ¿Las primeras comunidades cristianas la celebraban?
 
Responde el padre Giovanni Roncari, profesor de historia de la Iglesia
 
Es verdad, como observa el lector, que la Iglesia recomienda, también en documentos recientes, la adoración eucarística. Entre los libros litúrgicos existe uno titulado “Rito de la Comunión fuera de la Misa y culto eucarístico” donde se explican las razones y modos de la adoración eucarística. Para comprenderlos bien, es importante conocer la historia de la propia eucaristía.
 
En el Nuevo Testamento y en la tradición de los primeros cristianos, la Eucaristía es alimento que comer y sangre para beber: “tomad y comed… tomad y bebed…”  Este es el fin fundamental de la Eucaristía. Pero eso no significa que sólo tenga valor en la celebración, y que después ese pan y ese vino ya no tienen el mismo valor.

 
Un celebre pasaje de san Justino (siglo II) nos dice cómo celebraban la misa los primeros cristianos. Allí se pone de manifiesto que las especies eucarísticas no se limitaban al momento de la celebración, pues se llevaban también a los ausentes. Los testimonios sobre esto son innumerables: san Tarcisio, cuya historia se cuenta en época del papa Dámaso (366-384), defendió con la vida la profanación de la eucaristía que llevaba a los enfermos por parte de los paganos.

 
La arqueología y la pintura nos muestran las primeras custodias eucarísticas: cajitas de marfil o de metal que se llevaban al cuello para los enfermos, de viaje… En las Constituciones Apostólicas, un conjunto de leyes, oraciones y usos litúrgicos en Antioquía en el siglo IV, se lee: “Después de que todos y todas comulguen, los diáconos, recogiendo los restos, los lleven al pastoforio” (Libro VIII, 13) un lugar particular para conservarla que podemos considerar el antepasado de nuestro sagrario.

 
Nunca acabaríamos de citar a Padres de la Iglesia, textos litúrgicos y otros documentos sobre esto. La Eucaristía parte del altar, va a las casas de los fieles, les sigue en la vida cotidiana, en los viajes, sobre todo en el último: el viatico. Esta  presencia de la eucaristía en los lugares más disparatados, es para nosotros impensable: Novaziano (muerto hacia el 258) se lamenta de que ¡había cristianos que después de la celebración se llevaban tranquilamente la eucaristía al estadio!, en lugar de llevarla a casa como era costumbre. (De spectaculis III)

 
Con esto queda claro que desde el principio, la eucaristía no era un mero símbolo que sólo valía en la celebración. El paso de la custodia a la veneración, incluso pública, es breve y comprensible. En la Edad Media, las controversias teológicas sobre el modo de la presencia real del Señor en la eucaristía, sobre la transubstanciación, llevaron a una renovación de la doctrina y de la práctica de la Iglesia.

 
En esa época se acentúa la fe en la presencia real del Señor en el pan y vino consagrados: procesiones, bendiciones eucarísticas, la misma fiesta del Corpus Domini (instituida en 1264) celebran esta Presencia. Nacen en este periodo famosas oraciones que hoy son patrimonio de la Iglesia: “Adoro te devote”, “Ave verum corpus” y “Pange lingua”…
 
El concilio de Trento (1545-1563) rechaza la doctrina protestante de la misa y su significado, reafirmando la presencia real de Cristo en los elementos consagrados.
 
En el siglo XIX se asiste a un nuevo desarrollo con la fundación de congregaciones eucarísticas, congresos, adoración nocturna etc… cuya perspectiva es reparar las ofensas al Señor presente y el consuelo al Señor oculto en el sagrario.
Tomado Desde: Aleteia